Debido a la inflación extrema, el costo de producción del metal supera el valor nominal que representan las monedas.
Por REDACCION
- La inflación dejó a las monedas en un limbo, donde su utilidad y valor real están cuestionados
- El BCRA intenta reordenar su balance en un contexto de altísima nominalidad de la economía.
En una iniciativa que marca un cambio de época, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) lanzó una subasta pública sin precedentes para desprenderse de más de 9.700 millones de monedas que circulan en el país y que, debido a la inflación galopante, han perdido casi todo valor de intercambio. A partir del próximo 21 de noviembre, a través del Banco Ciudad, se pondrán a la venta 1.500 tambores metálicos conteniendo cada uno aproximadamente 100.000 monedas.
El lote subastado, que contiene monedas de ARS$2 de curso legal, alcanzará un valor base de ARS$43,9 millones por millón de unidades. Esto no solo refleja el colapso de la utilidad de las monedas en la vida cotidiana, sino también la crisis de balanza del BCRA, ya que el costo de producción del metal supera el valor nominal que representan las monedas.
Cambio en la estrategia de producción monetaria
La oferta pública llega en un momento crítico para la entidad monetaria, que ya había intentado esta estrategia en 2022 durante la gestión de Miguel Pesce, sin éxito. Ahora, en un contexto de inflación anual superior al 100%, estas monedas, aunque aún con valor nominal, representan más una carga logística y financiera que un activo útil en la economía diaria.
De acuerdo con el artículo 283 del Código Penal, la alteración de monedas es ilegal. Sin embargo, la normativa permite al BCRA establecer condiciones para esta subasta, requiriendo la deformación de las monedas para su venta, aunque permanecen en circulación legal.
Este movimiento acompaña otras decisiones del BCRA y de Casa de Moneda, que recientemente rescindió contratos de impresión de billetes de ARS$1.000 y ARS$2.000 en respuesta a la aceleración de la inflación. La drástica reducción en la demanda de monedas también responde a una transición de la economía argentina hacia métodos digitales de pago, impulsada por la inflación y la falta de billetes de alta denominación.
El valor del metal frente a la moneda en sí misma
Si bien las monedas de ARS$2 son el foco principal de la subasta, solo algunas versiones más antiguas y no electrodepositadas contienen metales valiosos. Las de ARS$2 más recientes, que incluyen imágenes de la flora argentina, están recubiertas por un proceso electrodepositado que minimiza su valor metálico. Sin embargo, algunas versiones previas, que incluyen un anillo dorado y núcleo plateado, aún pueden resultar de interés para la industria de chatarreros.
La decisión del BCRA es una señal más de la crisis económica que enfrenta el país, donde la inflación no solo erosionó el poder adquisitivo de la moneda, sino que las dejó en un limbo, donde su utilidad y valor real están cuestionados. La subasta puede verse como un esfuerzo de reestructuración, aunque para muchos es una solución provisional frente a un problema estructural de inflación y depreciación del peso.
Con esta iniciativa, el BCRA intenta reordenar su balance en un contexto de altísima nominalidad de la economía. Sin embargo, la subasta deja entrever un posible camino hacia la desmonetización de monedas y billetes que han quedado rezagados.