Según consultoras internacionales, la economía argentina podría aprovechar los primeros dos trimestres del próximo año para implementar la unificación cambiaria.

Por REDACCION
- La próxima apertura del cepo representa no solo un ajuste técnico, sino también una señal de previsibilidad económica y de reinserción en los circuitos financieros internacionales.
- El consenso es que una salida gradual, aunque prolongada, es preferible a una apertura súbita.
Javier Milei reavivó recientemente las expectativas de salida del cepo cambiario, al confirmar que la liberación de los controles de capital podría estar “mucho más cerca” de lo esperado, con un posible levantamiento gradual a principios de 2025. Esta medida es vista por analistas y economistas como un paso clave para la estabilización económica del país y para la atracción de nuevas inversiones en un mercado altamente condicionado por las restricciones cambiarias.
En su participación en un evento de la Fundación Mediterránea, Milei delineó las condiciones que, según su administración, deben cumplirse antes de levantar el cepo. Entre estas, destaca la reducción de la base monetaria y la absorción de los excedentes de pesos en la economía, conocidos como money overhang. Según el mandatario, cuando se logre una estabilidad inflacionaria con una demanda de dinero creciente, el gobierno estará en condiciones de avanzar hacia la apertura del mercado cambiario.

Escenarios para el fin del cepo
Diversos actores del sector privado, como bancos y consultoras económicas comenzaron a desarrollar sus propias previsiones. Entre estos escenarios, el más optimista contempla la entrada de capitales frescos, que permitirían al gobierno unificar el tipo de cambio de forma controlada. Este panorama es considerado viable para enero de 2025, siempre y cuando los ingresos de divisas sean constantes.
Otro posible escenario, más conservador, postula que, si la entrada de dólares es limitada, el tipo de cambio oficial debería realizar un “overshooting”, un ajuste abrupto para corregir la brecha con el tipo de cambio paralelo. Esto traería un pico inflacionario inicial, pero con una tendencia descendente hacia el segundo trimestre del año, concluyendo 2025 con una inflación del 40% a 45%.
Finalmente, un tercer escenario plantea la posibilidad de una corrección cambiaria más contenida, pero sin ingresos de divisas significativos, con una inflación que podría ubicarse entre el 30% y el 35%.
El mercado apuesta al verano de 2025
El optimismo sobre la liberación del cepo no es exclusivo del ámbito local. Informes recientes de JPMorgan y Moody’s coinciden en que la economía argentina podría aprovechar los primeros dos trimestres de 2025 para implementar la unificación cambiaria. La entidad estadounidense destaca que este período sería una “ventana de oportunidad” para avanzar en una estabilización macroeconómica que incluya la libre circulación de capitales, medida esencial para mejorar la credibilidad del país ante inversores internacionales.

¿Cuáles son las condiciones para la salida?
Durante su exposición, el presidente Milei fue enfático al detallar tres condiciones específicas para liberar el cepo cambiario: la desaparición del money overhang, la resolución de los stocks de deuda externa y la reducción de los pasivos remunerados, como las LEFIs y LECAPs, que componen la base monetaria amplia.
El mandatario indicó que, si bien algunos de estos objetivos están en marcha, aún queda trabajo por hacer para garantizar una demanda de dinero estable y una economía sin presiones inflacionarias abruptas. En su evaluación, el cumplimiento de estas condiciones permitirá una salida gradual y controlada, minimizando los riesgos de un shock inflacionario.
A pesar del optimismo en el sector privado, la liberación del cepo sigue enfrentando desafíos. El respaldo del FMI, aún en negociación, y la estabilidad de las reservas son factores críticos para que el gobierno logre una salida ordenada. El consenso es que una salida gradual, aunque prolongada, es preferible a una apertura súbita que genere desequilibrios adicionales.