El equipo económico argentino, liderado por Luis Caputo, efectúa el último pago del año al organismo.
El Ministro de Economía, Luis Caputo junto a Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional.
Por REDACCION
- El pago de unos US$765 millones será realizado con las reservas del Gobierno.
- El respaldo del FMI, ya sea con Harris o Trump en la presidencia, sigue siendo un pilar para el equipo económico argentino.
En un contexto marcado por cómo la expectativa de las elecciones en Estados Unidos y la dependencia financiera de Argentina en el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país efectúa su último pago del año al organismo multilateral. Este desembolso de aproximadamente US$765 millones, destinado a cubrir intereses, es un esfuerzo que el Gobierno debe realizar utilizando sus propios recursos, ya que la revisión del acuerdo y la posibilidad de un desembolso adicional de US$1.081 millones por parte del FMI aún están pendientes.
El pago, previsto para el 30 de octubre, se lleva a cabo mientras el equipo económico argentino aguarda la novena y décima revisión del programa vigente con el FMI, que, de ser aprobadas, permitirían el ingreso de 400 y 414 millones de Derechos Especiales de Giro (DEGs). No obstante, persisten las tensiones respecto a la acumulación de reservas. A finales de septiembre, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) registró un déficit de entre US$1.500 millones y US$2.000 millones en las Reservas Internacionales Netas (RIN), aunque desde entonces logró recuperar una porción importante de esos fondos mediante la compra de divisas en el mercado.
Expectativa y cautela ante las elecciones en Estados Unidos
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos son un evento clave para la economía argentina. En esta ocasión, el país norteamericano se encuentra frente a una decisión crucial: optar por Donald Trump o Kamala Harris para liderar la nación. La elección, aunque lejana en distancia, podría influir en las futuras negociaciones de Argentina con el FMI, debido a que el apoyo de EE.UU. dentro del organismo es determinante para el país sudamericano, el principal deudor de la entidad.
Según analistas políticos, independientemente de quién gane en EE.UU., Argentina y el FMI deberán de llegar a un nuevo acuerdo, dada su interdependencia, y porque el organismo es el principal acreedor argentino. Pese a esta relación casi “obligada”, un triunfo de Trump podría influir en el enfoque de las negociaciones y ofrecer una flexibilidad particular en los acuerdos, ya que el expresidente estadounidense tiende a negociar con pragmatismo, prescindiendo de los detalles técnicos que suelen complicar el proceso.
Sin embargo, hay quienes creen que el respaldo a la Argentina no variará drásticamente si Kamala Harris llega al poder, ya que tanto Harris como el actual presidente, Joe Biden, vienen trabajando de forma colaborativa con Argentina en el pasado, y que un triunfo de Trump tampoco implicaría un apoyo automático de otros países miembros del FMI a un acuerdo que incluya un desembolso inmediato,
La cuestión interna: acumulación de reservas y nuevo programa
Más allá de la influencia externa, el equipo económico argentino, liderado por Luis Caputo, enfrenta desafíos domésticos en cuanto a la acumulación de reservas, un tema que es foco de tensión en las últimas revisiones del programa con el FMI. El incumplimiento de la meta de reservas fijada para septiembre es una de las principales preocupaciones del FMI, y aunque se espera que la entidad conceda una exención («waiver») por este desvío, las negociaciones sobre un nuevo acuerdo incluyen mayores exigencias.
Con el pago de esta semana, Argentina da un paso más en su extenso camino de acuerdos con el FMI, mientras se mantiene atenta a los posibles cambios en el escenario político de Estados Unidos. La esperanza de un respaldo del FMI, ya sea con Harris o Trump en la presidencia, sigue siendo un pilar para el equipo económico argentino, que continúa en busca de un nuevo programa de financiamiento que le permita sostener sus reservas y recuperar la estabilidad económica a largo plazo.
