Los gigantes tecnológicos quedaron bajo la lupa luego de que fallos millonarios salieran en su contra.
Por REDACCION
- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, respaldó dos fallos históricos.
- Margrethe Vestager, al frente de la Comisión Europea, es la figura central detrás de esta cruzada.
Apple y Google, dos de las mayores tecnológicas del mundo, acaban de recibir fuertes sanciones por parte de la Unión Europea. Las multas, que suman más de 15.400 millones de euros, reflejan la postura enérgica de la UE contra el abuso de poder y el fraude fiscal de las grandes corporaciones.
Esta medida, liderada por Margrethe Vestager, representa un claro mensaje de que ni siquiera las empresas más poderosas están por encima de la ley, y es por eso que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, respaldó dos fallos históricos que afectan a estas gigantes tecnológicas.
Los fallos que pusieron en jaque a Apple y Google
En el caso de Apple, la compañía deberá pagar 13.000 millones de euros por una ventaja fiscal indebida otorgada por Irlanda. Esta sanción se remonta a una decisión de 2016 en la que se dictaminó que el país había infringido las leyes de ayudas estatales al permitir que Apple eludiera impuestos que otras empresas debían pagar.
Por su parte, Google enfrentó una multa de 2.400 millones de euros por abusar de su posición dominante en el mercado de las búsquedas para favorecer su propio servicio de comparación de productos. Esta sanción forma parte de una serie de acciones que pusieron bajo la lupa el modelo de negocios del gigante tecnológico, acumulando multas por más de 8.000 millones de euros en los últimos años.
Margrethe Vestager, lidera las batallas contra las Big Tech
Margrethe Vestager, quien está a pocas semanas de concluir su segundo mandato al frente de la Comisión Europea, es la figura central detrás de esta cruzada contra el poder desmedido de las Big Tech. Desde que asumió su cargo en 2014, Vestager priorizó la equidad fiscal y la competencia leal, atacando prácticas que, según la UE, generan una competencia desleal en detrimento de empresas más pequeñas y de los consumidores.
La directiva declaró que la sentencia de Apple “es una victoria para los contribuyentes europeos” y que las decisiones demuestran que «de vez en cuando, se puede hacer justicia fiscal». A lo largo de su mandato, la comisionada apuntó también contra otras corporaciones como Amazon y Fiat, argumentando que los incentivos fiscales selectivos constituyen ayudas estatales ilegales.
Vale destacar que la implementación de la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), que entró en vigor en 2023, es parte del legado que Margrethe Vestager deja tras su salida de la Comisión Europea. Esta normativa impone estrictas reglas a las grandes tecnológicas, obligándolas a garantizar un trato equitativo a los servicios de terceros y prohibiendo prácticas que favorezcan sus propios productos.
Consecuencias para Apple y Google
Las repercusiones para Apple son inmediatas. La empresa liderada por Tim Cook deberá asumir un cargo único de aproximadamente 10.000 millones de dólares en concepto de impuestos en el cuarto trimestre de 2024. A pesar de que la compañía había ganado una apelación anterior en el Tribunal General, el fallo del máximo tribunal europeo revierte esa victoria. Apple se verá obligada a ajustar su tipo impositivo para el resto del año.
En cuanto a Google, la empresa expresó su descontento con la sentencia. Según la compañía, las medidas impuestas por la UE en 2017 para mitigar el abuso de su posición dominante ya habían generado más clics para servicios rivales de comparación de precios. No obstante, el fallo del tribunal refuerza la postura de Bruselas de que las tecnológicas deben rendir cuentas por sus conductas anticompetitivas.
Las sanciones impuestas no solo generan un impacto económico inmediato para estas compañías, sino que también las obligan a replantear sus estrategias en el mercado europeo. Por esta razón, se espera que estas grandes empresas tecnológicas enfrenten mayores desafíos regulatorios en los próximos años.
