El dólar se detuvo el martes en lo que ha sido un imparable ascenso, mientras que la libra, el euro y el yen se recuperaron de mínimos de muchos años, pero los fundamentos a medio plazo seguían favoreciendo al dólar.
El libra esterlina subió más de 1% a $1,08 dólares, camino a su mayor porcentaje diario de ganancia en casi siete semanas, el euro subió 0,2% a $0,96 dólares y el dólar se deslizó 0,3% ante el yen a $144,28.
El declive del dólar fue en línea con una recuperación del sentimiento de los mercados hacia activos más riesgosos, lo que también impulsó las acciones europeas y los futuros de acciones de EE.UU., y se vio ayudado por la estabilización de los rendimientos del tesoro de EE.UU., después de sus recientes ganancias.
«Hemos visto a algunas personas reducir un poco sus posiciones a largo plazo en dólares, pero estamos esperando la apertura de Nueva York para ver cómo van a jugar los rendimientos del tesoro durante el día», dijo Simon Harvey, jefe de análisis en Monex Europe.
«Todo lo que necesita es que aumenten un poco y el entorno de riesgo se vuelva menos propicio, y luego empiece a preguntarse qué sucederá con el sentimiento de los inversores del Reino Unido. Esta breve ráfaga de fuerza en la libra esterlina parece que está en terreno resbaladizo».
Los movimientos del martes fueron menores en comparación con las recientes y significativas ganancias del dólar. El euro todavía estaba cerca de su mínimo de 20 años alcanzado un día antes, y el yen estaba justo por debajo de su mínimo de 24 años alcanzado la semana pasada, antes de que las autoridades japonesas intervinieran para fortalecer la moneda.
La libra esterlina no estaba muy lejos de su mínimo récord de $1,03 dólares alcanzado el lunes, el final de una caída que comenzó el viernes, cuando los mercados se asustaron por el intento del Reino Unido de confiar en los recortes de impuestos no financiados para impulsar el crecimiento, lo que también hizo que los rendimientos a corto plazo de los bonos del tesoro subieran 100 puntos base en dos días.
El banco central dijo el lunes que no dudaría en cambiar las tasas de interés y que estaba monitoreando los mercados «muy de cerca», aunque no tomó ninguna acción inmediata.
Aunque los fundamentales siguen indicando un dólar más fuerte a mediano plazo.
«Todo el mundo tiene esta esperanza de que el dólar esté alcanzando y alcanzando su máximo, pero ha sido demasiado prematuro», dijo Paul Mackel, jefe global de investigación de divisas de HSBC.
«La Reserva Federal está al alza y el crecimiento global está debilitándose, y si pones estas fuerzas juntas junto con elementos más altos de aversión al riesgo: todo apunta a un dólar fuerte, un dólar que se fortalece».
El índice del dólar se encontraba en 113,6, un 0,5% por debajo del día, pero todavía cerca del máximo de 20 años de 114,58 alcanzado el día anterior.
El dólar australiano y el neozelandés, que alcanzaron mínimos de 2 años y medio el lunes, también estaban en recuperación, con el dólar australiano aumentando un 0,57% a $0,64 dólares y el dólar neozelandés aumentando un 1,2% a $0,57 dólares.
El bitcoin, que también suele moverse en línea con el sentimiento de riesgo, alcanzó un máximo de 10 días y últimamente se disparó más del 5% entorno a los $20.200 dólares.
