Este activo se convirtió en un símbolo de la puja entre la autonomía provincial y la política económica del Gobierno de Javier Milei.
- La medida coincide con el anuncio de un bono de $300.000 para los empleados públicos, distribuido en cuatro cuotas.
- La provincia debe más de USD 39,9 millones a acreedores extranjeros.
En un anuncio que marca el final de un controvertido capítulo en la economía provincial, el gobierno de La Rioja confirmó que los “chachos”, la cuasimoneda lanzada en julio pasado, dejarán de circular el 31 de diciembre de este año. La decisión, comunicada por el ministro de Hacienda provincial, Jorge Quinteros, coincide con la implementación de un bono extraordinario para los empleados estatales y trabajadores informales.
Los “chachos” se introdujeron en medio de una tensa relación entre el gobernador riojano Ricardo Quintela y el presidente Javier Milei. Con un respaldo mayoritario en la Legislatura provincial, el político justificó la emisión de $22.500 millones de esta cuasimoneda como un medio para dinamizar la economía local y garantizar el pago de salarios en una provincia con severos recortes.
En los meses en que se implementó esta moneda, hasta un 30% de los salarios públicos llegaron a abonarse con “chachos”, ya que podía usarse en comercios adheridos y para pagar impuestos provinciales.
Milei, firme en su postura contra los rescates estatales, declaró públicamente: “No voy a rescatar las cuasimonedas, que se hagan cargo quienes las emiten”. Esta posición generó incertidumbre sobre el futuro de los billetes y afectó su aceptación en el mercado.
Por su parte, el vocero presidencial Manuel Adorni, hizo su descargo y en su cuenta de Instagram celebró la noticia de la “caída” de los “chachos”. “Saluden a los Chachos que se van…”, escribió junto a una foto que confirmaba la noticia.
Una economía en crisis y un default histórico
El contexto económico riojano es crítico. La provincia, que enfrenta un default en sus compromisos internacionales, debe más de USD 39,9 millones a acreedores extranjeros por un bono emitido para financiar un parque eólico, vendido posteriormente. En septiembre, un fallo del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York ordenó el pago inmediato, pero las autoridades provinciales no han cumplido.
Además, en agosto pasado, el ministro Quinteros notificó a la Bolsa de Valores de Buenos Aires que no se abonaría ni el capital ni los intereses de bonos internacionales con vencimiento en 2028, señalando que se encontraban “en proceso de negociación con los acreedores”.
La emisión de los “chachos”, calificada de “ilegal” por el ministro del Interior Guillermo Francos debido a un pacto fiscal que prohíbe este tipo de instrumentos, agravó la percepción de inestabilidad financiera en la provincia.
Un cierre sin explicaciones claras
El retiro de circulación de los “chachos” no fue acompañado de una explicación detallada por parte del gobierno riojano. La medida coincide con el anuncio de un bono de $300.000 para los empleados públicos, distribuido en cuatro cuotas, y de $100.000 para los trabajadores informales.
Con el fin de los “chachos”, La Rioja enfrenta el desafío de recuperar la confianza en su sistema financiero mientras lidia con una delicada situación de deuda. La experiencia deja en claro que las cuasimonedas, aunque pueden ofrecer alivio temporal, no son una solución sostenible para problemas económicos de fondo.