Elon Musk dice que los últimos meses han sido un «infierno». Al igual que en 2018, esta llamada de ayuda llega en un momento crucial en la vida empresarial del caprichoso y carismático “Techno King”, su título en Tesla.
Puntos Importantes:
- Twitter se acerca a un punto de equilibrio, según Musk.
- Las acciones de Tesla cayeron un 65 % el año pasado. Las críticas apuntaban que “Musk no estaba dedicando la suficiente atención”.
Desde finales de octubre y la finalización de su adquisición de Twitter, el multimillonario ha estado involucrado en cinco grandes empresas. Tres de ellas, Tesla, SpaceX y Twitter, desempeñan papeles muy simbólicos en sus respectivos campos de actividad. Las otras dos empresas son Neuralink y The Boring Company. Por lo tanto, se encontró con varios desafíos que superar. El primero es hacer que Twitter sea rentable lo antes posible porque se ha endeudado por una suma de $13 mil millones para financiar el trato que le costó $44 mil millones. Musk revirtió la deuda que conlleva el pago de intereses de alrededor de $1500 millones de dólares al año en intereses del balance general de Twitter, una empresa que estaba perdiendo dinero antes de que él la comprara. En 2021, la plataforma registró una pérdida neta de $221,4 millones de dólares. A principios de noviembre, lanzó un esfuerzo drástico de reducción de costos, que incluyó la eliminación de la mitad de la fuerza laboral, o 3750 personas, en un día. Musk también había pedido a los empleados restantes que trabajaran sin contar sus horas o que renunciaran. Más de mil empleados adicionales optaron por irse. En total, la empresa ha perdido 5.200 empleados.
La misión del multimillonario también se ha visto complicada por heridas autoinfligidas, como reactivar casi todas las cuentas que habían sido suspendidas por violar las salvaguardas de la plataforma sobre xenofobia, racismo, antisemitismo y difusión de información errónea, lo que provocó un éxodo de anunciantes. A principios de noviembre, Musk informó que Twitter perdía 4 millones de dólares al día. La toma de control de Twitter y los repetidos ataques de Musk a los demócratas comenzaron a afectar a Tesla, que ya estaba sufriendo por la venta de acciones del multimillonario para financiar el acuerdo y por un entorno económico muy desfavorable para las empresas tecnológicas. La caída del mercado de valores de Tesla (el 65% del precio de las acciones del fabricante de automóviles se derritió el año pasado) abrió un nuevo frente de críticas contra el multimillonario. Fue objeto de violentas críticas públicas por parte de destacados accionistas como Ross Gerber y Leo KoGuan, quienes lo responsabilizaron por la desaparición de más de $600 mil millones de valor de mercado.
Estas duras críticas lo llevaron a plantearse renunciar como CEO de Twitter. Su patrimonio neto, que está ligado a sus participaciones en Tesla y SpaceX, fue aniquilado por la caída del mercado de valores del grupo automotriz. Perdió su corona como el hombre más rico del mundo. Pero al mismo tiempo dependía de él sacar a Twitter del desastre financiero y tranquilizar a los inversores de Tesla. La hoja de ruta del fabricante de automóviles está muy ocupada en los próximos meses con el inicio de la producción del muy esperado Cybertruck. Tesla no tiene margen de error porque se supone que este vehículo se convertirá en la fuente de ingresos de los próximos años.