Distintos factores como el fin de los ingresos de divisas provenientes del blanqueo podrían afectar su valor.
- Una mayor volatilidad en los mercados internacionales también podría afectar el tipo de cambio local.
- Advierten sobre el piso que habría alcanzado el dólar desde la estabilidad lograda en mayo.
En los últimos meses, la cotización del dólar blue y del dólar MEP dio respiro a los mercados locales, en lo que algunos analistas denominaron como un «veranito cambiario«. Sin embargo, los especialistas empiezan a advertir que esta calma podría estar llegando a su fin, con indicios de que el dólar llegó a su piso y que la volatilidad podría regresar pronto.
Desde mediados de mayo, el dólar blue no logró perforar la barrera de los $1.200, manteniéndose en una franja estrecha entre los $1.200 y $1.300. En las últimas semanas, esta cotización se ha estabilizado en torno a los $1.245, lo que refuerza la idea de que podría haber alcanzado un piso. Lo mismo ocurre con el dólar MEP, que se mantiene como la opción más barata, rondando los $1.200.
La última vez que ambos tipos de cambio estuvieron casi en el mismo valor fue el 9 de abril, cuando el blue y el MEP cotizaban alrededor de $1.000. Desde entonces, la diferencia se amplió, pero en los últimos días, el dólar bolsa logró consolidar su posición como el tipo de cambio más accesible.
Factores detrás del «veranito» cambiario
Uno de los elementos clave que ha permitido esta estabilidad cambiaria fue el ingreso de divisas provenientes del programa de blanqueo de capitales. Según datos oficiales, este programa logró inyectar cerca de 4.000 millones de dólares en depósitos en el sistema financiero desde su implementación. Estos depósitos han contribuido a aumentar las reservas y reducir la presión sobre el mercado de cambios.
Además, la demanda de pesos por parte de contribuyentes que deben cumplir con adelantos impositivos y la intervención del Banco Central (BCRA) han sido otros factores que ayudaron a contener el alza del dólar. El BCRA logró mantener la brecha cambiaria alrededor del 20%, utilizando herramientas como la oferta de dólares en el mercado oficial y la reducción de las alícuotas del Impuesto PAIS para las importaciones
¿Cuánto más puede durar la calma?
Pese a este panorama relativamente estable, los analistas advierten que la calma podría tener los días contados. Algunos prevén que una vez que los efectos positivos del blanqueo se disipen, la cotización del dólar podría repuntar hacia niveles cercanos a los $1.250 o $1.300.
El mes de octubre será crucial, según los expertos. Factores como el fin de los ingresos de divisas provenientes del blanqueo, un aumento en la demanda de dólares para importaciones y posibles movimientos en el contexto global podrían generar una nueva presión sobre el tipo de cambio. A esto se suma el vencimiento de la primera cuota de importaciones con la reducción del Impuesto PAIS, lo que podría obligar al BCRA a vender más reservas.
Aunque el dólar permanece relativamente estable, existen riesgos tanto internos como externos que podrían modificar esta tendencia. Si bien los activos argentinos tienden a moverse más por factores domésticos, como la política monetaria y fiscal, una mayor volatilidad en los mercados internacionales también podría afectar el tipo de cambio local.
¿Qué esperar del dólar hacia fin de año?
Con este panorama mixto, los analistas coinciden en que el escenario cambiario podría enfrentar nuevas tensiones en los próximos meses. Aunque el dólar MEP y el blue parecen haber encontrado un piso, la intervención estatal, los flujos excepcionales derivados del blanqueo y las demandas estacionales podrían generar nuevas presiones.
Por ahora, el tipo de cambio se mantiene relativamente controlado, pero las señales indican que este «veranito cambiario» podría estar llegando a su fin. El desafío será cómo el Gobierno y el BCRA gestionarán los próximos meses, especialmente si los factores que han contenido al dólar comienzan a desvanecerse.
