El Banco Credit Suisse está en el centro de la turbulencia de los mercados debido a rumores de que el banco podría estar al borde de la quiebra.
Los inversores se apresuraron a vender las acciones del banco ante preocupaciones sobre su salud financiera, ya que se prepara para anunciar un costoso plan de restructuración que se espera que se revele a finales de este mes.
Las especulaciones de que la banca podría fallar han invocado comparaciones con el colapso del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers en 2008, lo que precipitó la peor crisis económica desde La Gran Depresión(crisis de 1929). Pero los economistas están advirtiendo contra tales paralelismos debido a las significativas diferencias entre entonces y ahora.
¿Por qué Credit Suisse está bajo escrutinio?
Las acciones de Credit Suisse han estado bajando durante meses, y las preocupaciones se acentuaron desde que el CEO, Ulrich Körner, envió un memo a empleados el pasado fin de semana tratando de tranquilizarlos sobre el futuro de la entidad.
En el memo enviado el viernes, Körner advirtió contra confundir el «precio diario de las acciones» con la «fuerte base de capital y posición de liquidez» de la entidad, y aseguró que la reestructuración que se avecina garantizará el «futuro a largo plazo y sostenible» de la misma. Körner también se dirigió a «muchas declaraciones inexactas» que se están haciendo en los medios de comunicación sobre la institución financiera de 166 años de edad.
En lugar de calmar a los inversores, el memorando provocó una renovada ansiedad sobre la situación de la institución. En las redes sociales, un número de inversores con gran número de seguidores, incluyendo Lark Davis y Graham Stephan, publicaron comparaciones con Lehman Brothers que rápidamente se volvieron virales. El lunes, las acciones de Credit Suisse se hundieron hasta un 11,5%, tocando un mínimo histórico de $3,64. Al mismo tiempo, los CDS (Permuta de incumplimiento crediticio) aumentaron a niveles récord.
El prestamista se ha visto envuelto en una serie de escándalos en los últimos años que han golpeado su imagen y su balance. Los escándalos incluyen el trabajo de trading para negocios en Hong Kong, el contratar detectives privados para espiar a empleados, lavado de dinero para una organización criminal en Bulgaria, y facilitar préstamos corruptos en Mozambique, por los cuales el banco se comprometió a pagar $475 millones en multas.
«La confianza en Credit Suisse es baja debido a su pésimo historial con Archegos y Greensill», dice Campbell R Harvey, profesor de la Escuela de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke. «Han tenido rotaciones de CEO. Además, la carta interna del CEO a los empleados no tranquilizó, si tienes que explicar a los empleados qué está pasando, es un mal signo«.
Bajo la restructuración anunciada tras la llegada de Körner en julio, Credit Suisse busca reducir su banco de inversión para centrarse más en la gestión de activos. Los analistas han estimado que Credit Suisse necesitará levantar de $4.000 a $6.000 millones de dólares para llevar a cabo la restructuración, lo que podría resultar complicado ya que los inversores ven al banco como una apuesta cada vez más arriesgada.